MARÍA ÁNGELES GUZMÁN

El cine sigue siendo una de las apuestas fundamentales del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla. A través de diferentes ciclos, la filmoteca de la Hispalense proyecta, en pantalla grande y versión original, desde las grandes obras del cine clásico a las últimas tendencias internacionales. Durante los lunes del mes de enero y los dos primeros de febrero, el Cicus acoge un ciclo de cine polaco que mostrará diferentes miradas de la filmografía impulsada durante los últimos años en un país que ha aportado grandes cineastas a la Historia: Wajda, Polanski, Kieslowski, entre otros. Y que ganó en 2015 el Oscar a la mejor película extranjera gracias a Ida, de Pawel Pawlikowski.

Se trata de la séptima edición de un evento itinerante que se inauguró en Madrid en noviembre de 2016 y que viajará por nueve ciudades españolas a lo largo del 2017. Organizado por el Instituto Polaco de Cultura y AVA Arts Foundation, en colaboración con la Filmoteca Española y las filmotecas de diferentes comunidades autónomas de España, el ciclo pretende presentar el panorama actual del cine polaco teniendo en cuenta toda la diversidad de la producción cinematográfica de la Polonia de hoy e intentando facilitar las obras no accesibles en las salas comerciales de España. En el marco de esta edición se proyectan seis largometrajes realizados en los dos últimos años y que todavía no disponen de distribución en España. Asimismo, el evento está recomendado por el programa Días de cine de TVE, la revista Caimán. Cuadernos de cine y la revista polaca Kino.

De la comedia al terror, de la ficción al documental

11 minutos el título de la última película del famoso director polaco Jerzy Skolimowski, galardonado en el Festival de Venecia con el León de Oro, es la encargada de inaugurar el ciclo el lunes 9 de enero. Varias tramas paralelas reflejan 11 minutos de la vida de un grupo de personas cuyos destinos se cruzarán una tarde de verano en Varsovia. La acción de ritmo vertiginoso dominado por el suspense, despojada de cualquier explicación psicológica, explora de forma magistral la esencia misma del cine: el tiempo y el movimiento. Una obra brillante y visualmente espectacular con la que Skolimowski demuestra ser un cineasta de espíritu joven con ganas de experimentar.

La oferta cinematográfica del Cicus continúa el lunes 16 de enero con Esas hijas mías, de Kinga Dębska. Galardonada con el Premio del Público en el Festival de Cine de Gdynia (Polonia) en el 2015, la cinta cuenta la historia de dos hermanas enfrentadas a una difícil situación familiar en la que están obligadas  a reencontrarse y cooperar. Marta es una mujer de éxito, estrella de series de televisión y cría sola a su hija. Por su parte, Kasia es todo lo opuesto: maestra de escuela casada con un inútil a quien no tiene más remedio que mantener. Cuando sus padres enferman de repente, ambas tienen que cuidar de ellos. La directora Dębska cuenta una historia sobre la enfermedad y la muerte, pero lo hace con gran dosis de ternura, humor e ironía.

El lunes 23 de enero es turno para Demon, la última película del joven polaco Marcin Wrona. El desasosegante thriller fue galardonado con el Premio a la Mejor Fotografía en el Festival de Cine de Sitges y cuenta con una gran banda sonora creada por el compositor polaco más importante de los últimos años: Krzysztof Penderecki. A lo largo de 90 minutos, Wrona relata la boda de Peter y Zaneta y la posesión demoníaca que sufren el día de su enlace. La obra remite a la turbulenta historia de Polonia y al mito judío del ‘dybbuk’ (en el folclore judío, espíritu maligno capaz de poseer otras criaturas y alma en pena de un muerto).

La última película del mes de enero se proyecta el día 30Ederly es el segundo largometraje de ficción del consagrado animador polaco, Piotr Dumała, que esta vez apuesta por una comedia surrealista de ambiente kafkiano, divertida e inquietante al mismo tiempo. La cinta cuenta la historia de Slow, un restaurador de obras de arte que llega a una ciudad llamada Ederly. Allí, todos sus habitantes lo toman por otra persona. El hombre se siente tentado por la posibilidad de renunciar a su identidad y adquirir una nueva. Al final empieza a funcionar en dos dimensiones: como ayudante del cura que ha venido para restaurar una escultura de la iglesia, y como hijo de una familia local, que vuelve a casa después de mucho tiempo.

Camper, de Łukasz Grzegorzek, llega al Cicus el lunes 6 de febrero. Mateusz y Mania llevan varios años casados. Su vida parece agradable y fácil: viven en un piso bonito pagado por los suegros y trabajan en lo que les gusta. Ella es una trabajadora ambiciosa que sueña con tener su propio negocio. Él trabaja como probador de videojuegos, es un niño eterno y le gusta vivir sin grandes compromisos. Hace tiempo estuvieron locamente enamorados el uno del otro, ahora tienen que decidir si el siguiente paso en la vida lo quieren hacer juntos. “Camper” en la terminología de videojuegos se refiere a la persona que en vez de actuar, prefiere esconderse y esperar a que alguien se coloque en su blanco. Con esta actitud pasiva, el director define al protagonista de la película, logrando un sincero y divertido retrato generacional de los treintañeros.

La última cita con el ciclo de cine polaco es el lunes 13 de febrero con el documental K2. Tocando el cielo, de Eliza Kubarska. El verano de 1986, casi una decena de expediciones de todo el mundo se encontraron en la base del K2 para escalar la montaña a través de la ruta de ascenso más complicada. Ahora, 30 años más tarde, la directora y alpinista Eliza Kubarska reúne a cuatro de los hijos de estos alpinistas que perdieron la vida aquel trágico verano de 1986: Hania, Lukasz, Lindsey y Chris emprenderán un viaje emocionalmente difícil al campo base del K2, donde permanecen enterrados sus familiares. Un ejercicio de valentía que les obligará a hacer frente a su pasado y a entender qué movió a sus padres o madres a dejarlo todo y asumir los riesgos que conllevaba una expedición tan peligrosa como aquella.