Sevilla, fiel a su vocación aeronáutica, es desde finales del siglo XX uno de los focos punteros de investigación y desarrollo en el área de los vehículos aéreos no tripulados (UAVs). Lo que popularmente son denominados en su conjunto como drones. Por eso no es casualidad la concesión del premio europeo Innovation Radar 2017 de la Comisión Europea al Catec (Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales), con sede en Sevilla, en el Parque Tecnológico y Empresarial Aerópolis, por su innovador desarrollo tecnológico Aerox: el primer sistema de inspección industrial por contacto mediante el uso de drones.

Dicho galardón fue entregado el 9 de noviembre de 2017 en Budapest (Hungría) durante la celebración del ICT Proposer’s Day. La Comisión Europea había elegido a Aerox para ser uno de los 10 finalistas a ser elegida la innovación con más potencial para su posterior aplicación en el mercado global. Y abría a votación popular la elección del ganador. Miguel Ángel Trujillo, ingeniero jefe del proyecto europeo Aeroarms (al que está vinculado Aerox) y Aníbal Ollero, asesor científico del Catec, catedrático de Robótica en la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de Sevilla, y al que cabe considerar justamente como el gran pionero e impulsor andaluz del I+D+i en este área, fueron los encargados de recoger el premio.

Miguel Angel Trujillo y Aníbal Ollero, ambos en el centro de la imagen, al recibir en Budapest el Innovation Radar Prize 2017 en representación de todo el equipo del Catec, con sede en Sevilla.

Este dron diseñado por el Catec permite realizar movimientos muy precisos e incluye un dispositivo de contacto completamente nuevo que permite desacoplar y amortiguar las perturbaciones externas que pueda sufrir durante el trabajo que está realizando en el aire. Esta nueva tecnología supone un gran paso para el uso de drones y robots aéreos en diversas tareas industriales, como las operaciones de inspección en fábricas y plantas o en acueductos, de forma que no sólo puedan ver y recoger datos desde el aire sino también operaciones que impliquen tocar y mantener el contacto. Todo ello, minimizando el tiempo, los recursos destinados y los riesgos humanos a la hora de trabajar en altura. “Supone un gran paso para el uso de este tipo de robots aéreos, de forma que no sólo vean desde el aire sino también toquen y sientan”, explica Antidio Viguria, jefe de la División de Aviónica y Sistemas de Catec.

La iniciativa forma parte del proyecto europeo Aeroarms, perteneciente al programa europeo Horizonte 2020, y que lidera la Universidad de Sevilla, a través de Aicia (Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía), plataforma que permite a numerosos catedráticos y profesores articular la conexión entre la ciencia pura y los desarrollos aplicados. Aeroarms fue seleccionada por la Comisión Europea en sus convocatorias de apoyo a proyectos de I+D+i, dotándola de un presupuesto de 5,7 millones de euros, y con un plazo de finalización en el año 2019. Los investigadores de Sevilla, también ligados a la Fundación Andaluza para el Desarrollo Aeroespacial (Fada) coordinan un consorcio en el que además se integran importantes empresas y universidades de otros países: Deutsches Zentrum für Luft-and Raumfahart (Aemania), Centre National de la Recherche Scientifique (Francia), Consorzio di Ricerca per l’Energia e le Applicazioni Tecnologiche dell’Elettromagnetismo (Italia), TÜV NORD (Alemania), Universitat Politècnica de Catalunya (España), Elektra UAS (Alemania), Alstom Inspection Robotics (Suiza) and Sensima (Suiza).

Liderazgo continuo al frente de proyectos europeos de I+D+i

Es una muestra más del liderazgo tecnológico en esta área, fruto del trabajo durante más de 20 años en el seno de la Escuela Superior de Ingeniería Industrial de Sevilla. Las convocatorias de los programas marco de la Unión Europea para potenciar la innovación han elegido en numerosas ocasiones las propuestas de su Grupo de Investigación en Robótica, Visión y Control (GRVC), dotándolas de fondos económicos para llevar a cabo sus proyectos, en el que han intervenido desde Sevilla más de 50 investigadores e ingenieros vinculados a dicha facultad universitaria. Por ejemplo, fue de 2002 a 2005 el coordinador científico-técnico del proyecto europeo Comets IST, la primera experiencia en Europa para utilizar y coordinar en tiempo real a vehículos aéreos no tripulados en las labores de combatir los incendios forestales.

Otro ejemplo: de 2006 a 2009 coordinaron el consorcio del proyecto europeo Aware IST, en el que experimentaron con redes inalámbricas de sensores nuevas funcionalidades en la operatividad y coordinación de los ‘drones’, incluyendo el transporte de carga común. Y de 2011 a 2014, en alianza con el Catec, llevaron a cabo el liderazgo del proyecto europeo Arcas (Aerial Robotics Cooperative Assembly System), dotado con 6,1 millones de euros, en el que lograron el desarrollo y validación experimental del primer sistema de robots en vuelo libre cooperando en el montaje y construcción de una estructura a gran altura en lugares de difícil acceso.

Premio por el uso de drones dentro de una factoría de Airbus

Las alianzas con las grandes empresas del sector aeronáutico, y en Andalucía el consorcio Airbus marca la pauta en el desarrollo industrial con sus factorías en Sevilla y Cádiz, también se sustancia en investigaciones aplicadas a la mejora tecnológico de los procesos de producción. En enero de 2017, en el Parlamento Europeo, el equipo de investigadores formado por Airbus Defense & Space, Fada-Catec y el GRVC de la Universidad de Sevilla fue galardonado con el EU Drone Award, compitiendo con candidaturas de otros países, gracias a la demostración práctica del uso de drones dentro de una factoría de aviones. En concreto, lo llevaron a cabo en la búsqueda y localización de objetos extraños y para la distribución logística de piezas pequeñas. Juan Ramón Astorga, Antidio Viguria y Aníbal Ollero recogieron el premio en nombre de las tres entidades y de todos sus equipos de profesionales.

Juan Ramón Astorga, Aníbal Ollero y Antidio Viguria, a la derecha, representando el equipo conjunto de Airbus, Catec y Universidad de Sevilla, junto con los demás ganadores de EU Drone Awards.

Los métodos y tecnologías de Aeroarms tienen un interés general para reducir costes y disminuir el riesgo de actividades humanas peligrosas en inspección y mantenimiento, incluyendo el de plantas industriales con instalaciones elevadas, tales como centrales de generación (térmica, eólica o solar), plantas off-shore, líneas eléctricas, centros de distribución, infraestructuras, soporte a trabajos de desmontaje o incluso inspección de interiores de grandes piezas tales como las empleadas en fabricación aeronáutica. En Aeroarms se presta una atención especial a los trabajos en altura en industrias petroquímicas, en las que se involucran grandes costes de inspección y mantenimiento, y en particular de tuberías de dichas industrias lo que tiene un gran impacto económico ya que una gran refinería puede llegar a tener 40.000 kilómetros de tuberías.

“Hoy en día los drones están creando grandes expectativas con respecto a su posible impacto en la sociedad y en la vida de las personas en los próximos 20 años. Sin embargo, la tecnología actual de este tipo de robots aéreos sólo permite aplicarla en tareas que requieren ver desde el aire, mientras que hay grandes oportunidades si también pudieran tocar de forma controlada. La tecnología de contacto aéreo desarrollada por Catec es un paso importante en esta visión”, señala Aníbal Ollero.

Investigadores del Catec, con el dron Aerox, antes de comenzar en una planta industrial un ensayo de dicho robot, diseñado y montado en sus instalaciones en Sevilla.

La tecnología de Catec se ha centrado en resolver problemas industriales reales y han sido asesorados por empresas internacionales líderes en inspección industrial, con el fin de crear una tecnología con un nivel de madurez alto y que atraiga el interés de la industria. El Catec cuenta con una plantilla muy cualificada, compuesta por más de 60 especialistas y técnicos, la gran mayoría titulados superiores. En sus diez años de trayectoria, se ha convertido en uno de los centros tecnológicos más activos en proyectos de I+D+i nacional y europea, destacando en Robótica y Sistemas Aéreos No Tripulados.

Montaje de un dron en la sede del Catec, que está en el Parque Empresarial  y Tecnológico Aerópolis.