Cuenta la leyenda que cuando el rey Fernando III conquistó Sevilla en el año 1248, su hijo, Alfonso X «El Sabio», quedó tan prendado de la Giralda (entonces minarete almohada de la mezquita) que prohibió que fuera derribada, a diferencia de lo que ocurrió con otros muchos edificios y templos. No fue el único que sucumbió al talento islámico en la arquitectura y en las artes decorativas. Poco a poco, y hasta el siglo XVI, palacios e iglesias comienzan a incorporar elementos de decoración de inspiración islámica, que se fusionan con los estilos gótico y renacentista procedentes de otros países de Europa, dando lugar al arte mudéjar como una cultura con personalidad propia. Si bien el mudéjar se extendió por toda la Península, es en Andalucía, y concretamente en Sevilla, donde alcanzó una de sus máximas expresiones. Aún hoy perduran en iglesias como las de Santa Catalina, Onmium Sanctorum, Santa Marina o San Marcos, y en edificios de uso civil, sobre todo en el Palacio del Rey Don Pedro en los Reales Alcázares, y también en la Torre de Don Fadrique o la Casa de Pilatos.
Entre los recovecos de la calle Feria, a espaldas del emblemático mercado de abastos, se esconde uno de los tesoros históricos y artísticos de la arquitectura civil mudéjar de Sevilla y al que se puede acceder siguiendo una ruta de portadas y torres pertenecientes a este singular estilo. El Palacio de los Marqueses de la Algaba representa la confluencia de las culturas islámica y cristiana en la Sevilla del siglo XV. No es de extrañar, por tanto, que el edificio (actualmente de propiedad municipal) haya sido escogido para albergar, desde el año 2013, el Centro del Mudéjar, una iniciativa pionera en España que reúne más de cien piezas representativas de este estilo artístico.
Un palacio del siglo XV, centro cultural del siglo XXI
El magno edificio tiene su origen en una vivienda medieval cuya construcción fue ordenada por el señor Don Juan de Guzmán a mediados del siglo XV. Debido a su lamentable estado de conservación, el edificio fue sometido a una profunda rehabilitación entre 1998 y 2002 fundamentada en un previo y exhaustivo estudio histórico-artístico realizado por los profesores de la Universidad de Sevilla Alberto Oliver y Alfonso Pleguezuelo.
Considerado como uno de los mejores exponentes del arte civil en la ciudad de Sevilla, aún hoy conserva su estructura organizativa como residencia palaciega en la que arte islámico y gótico se fusionan de una manera completamente armónica. La monumental portada principal da paso a un interior organizado en dos plantas alrededor de un patio central en cuyo lateral se encuentra la torre de estructura similar a la de los Guzmanes en el municipio de La Algaba. Destaca el artesonado original de una de las salas de la planta baja, con dibujos formados por elementos vegetales y escudos de armas, así como la grandiosa escalera principal que ha sido reconstruida minuciosamente. Actualmente, el palacio se ha convertido en un referente cultural del casco histórico de la ciudad que alberga dos salas que el ayuntamiento pone al servicio de los ciudadanos para conferencias u otros eventos y, desde 2013, el centro dedicado al arte mudéjar. Además, en el patio principal del edificio, se llevan a cabo, a lo largo del año, programaciones culturales, sobre todo conciertos y espectáculos de teatro.
Iniciativa pionera en España
El Centro del Mudéjar de Sevilla es el primer museo de España dedicado a mostrar obras de este estilo artístico híbrido mientras que el existente en Teruel se centra en el estudio y la investigación. En total, se exponen 111 piezas procedentes de la colección arqueológica municipal y de los Museos Arqueológico, de Bellas Artes, y el de Artes y Costumbres Populares de Sevilla. Patrimonio conservado en almacenes de difícil acceso al público y que ahora permiten ver de cerca las técnicas constructivas y decorativas mudéjares. La selección de las piezas y su musealización fue realizada por Juan Luis Ravé, historiador del arte con gran experiencia en la divulgación del patrimonio histórico-artístico.
Tinajas almohades, pavimentos de alicatados con estrellas o azulejos de arista, entre otros muchos objetos, se muestran junto a elementos de tradición cristiana como la pila bautismal de cerámica de técnica mudéjar regalada por el pintor Virgilio Mattoni. A su vez, las vitrinas de la pared exponen los grandes núcleos de este fenómeno artístico con piezas de alfarería, cerámica y carpintería. La pintura también tiene su espacio en el Centro del Mudéjar con la acuarela de Joaquín Guichot del año 1872 que representa la fachada del Palacio de los Marqueses de la Algaba. Vestigios procedentes de edificios de uso religioso , como las policromías del siglo XV de la iglesia de San Marcos, fragmentos de yeserías del convento de Madre de Dios o las rechinas del monasterio de Santa Clara. El conjunto se completa con las piezas que se hallaban en la Torre de Don Fadrique, donde pueden verse lápidas góticas, rejas, basas de pomas, capiteles de cardina y renacentistas.
Datos útiles
Centro del Mudéjar
Dirección: Plaza Calderón de la Barca (a espaldas del mercado de abastos de la calle Feria)
Horario: de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Sábados de 10:00 a 14:00. Domingos y festivos cerrado
Precio: entrada gratuita
Transporte público: líneas de autobús 13 y 14
Aparcamiento en superficie junto al Hospital Macarena y en la calle Escuelas Pías
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