El ‘Proceso de Sevilla’ acrecienta su vigencia como el exitoso método técnico de la Comisión Europea para guiar y concertar con las industrias y con los sectores sociales implicados las bases de las normativas para la paulatina reducción de emisiones contaminantes en los procesos productivos de todas las industrias (química, siderúrgica, automoción, agroalimentaria, energética, entre otras muchas).
Una de las claves de su éxito es contar con la participación a la vez de los gobiernos nacionales, de la comunidad científica, de los sectores empresariales, y de los ámbitos conservacionistas del medio ambiente. Todos aportando datos, todos participando en los grupos de trabajo y en las negociaciones para llegar a acuerdos en pro del bien común y sin dogmatismos excluyentes.
La metodología se puso en marcha en Sevilla en 1997 por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea que está ubicado en la capital andaluza, y que es el único de la CE existente en España. Se coordina desde la Oficina Europea de investigación sobre la Transformación Industrial y las Emisiones (EU-BRITE), que forma parte de la Unidad B5 de la Dirección Economía Justa y Sostenible de dicho Centro Común de Investigación de la Comisión Europea.
Esta estructura tiene un rango mayor desde el lanzamiento en el año 2024, desde Sevilla, por parte de la Comisión Europea, del Centro de Innovación para la Transformación Industrial y las Emisiones (INCITE). Con este crecimiento y con este nombre quiere significar su importante contribución a una industria más ecológica y competitiva al acelerar la implementación de tecnologías industriales limpias. Al fomentar la colaboración entre la industria, las instituciones de investigación y los responsables políticos, INCITE desempeña un papel fundamental en la definición del futuro de la industria, impulsando la innovación, promoviendo soluciones sostenibles y mejorando la competitividad general en el mercado global.
Más de 50.000 instalaciones industriales en toda Europa utilizan energía, agua y materias primas para su funcionamiento. Como parte de sus procesos, también producen emisiones al agua, el aire y el suelo. Para garantizar los estándares ambientales y de salud para todos los lugares y habitantes de Europa, es fundamental cumplir con las normas técnicas comunes acordadas a nivel europeo.
Los Documentos de Referencia de Mejores Técnicas Disponibles (BREF) son los principales documentos de referencia utilizados por las autoridades competentes de los países de la UE al expedir permisos de operación para instalaciones industriales con un potencial significativo de contaminación. Informan a los responsables de la toma de decisiones sobre las opciones técnicas y económicas disponibles para la industria con el fin de mejorar su desempeño ambiental y, en consecuencia, el medio ambiente en su conjunto.
La elaboración y elaboración de BREF a nivel de la UE se considera un ejercicio eficiente porque asegura igualdad de condiciones en las normas medioambientales en toda la Unión Europea, impulsa la innovación continua de procesos y la mejora del comportamiento ambiental, y evita que cada Estado miembro tenga que repetir un ejercicio similar.
El liderazgo de Europa en políticas que aúnan sostenibilidad ambiental e innovación industrial, dentro de la estrategia del Green Deal para frenar el deterioro de las condiciones de vida en el planeta, propicia que los documentos y acuerdos que emanan del ‘Proceso de Sevilla’ son la referencia en cualquier país del mundo que quiera materializar los principios y necesidades del desarrollo sostenible.
Un ejemplo real de la creciente e importante labor del INCITE desde Sevilla es la reunión realizada en mayo de 2025 con representantes de la industria siderometalúrgica europea (tanto directivos de empresas como de asociaciones empresariales) para avanzar en la definición de las innovaciones tecnológicas ya existentes que deben ser la referencia para la transformación y competitividad del sector en el marco de la descarbonización, la transición energética y la economía circular.

El workshop reunió a 70 participantes presenciales y más de 200 vía online, entre ellos líderes del sector, proveedores de tecnología, entidades financieras, organizaciones de investigación y tecnología, autoridades de los Estados miembros, así como responsables políticos europeos y nacionales. Los participantes tuvieron la oportunidad de debatir el potencial de colaboración e intercambio de conocimientos entre sectores.
El programa técnico abarcó tanto la descarbonización y la descontaminación como las técnicas innovadoras de economía circular. En cuanto a la descarbonización y la descontaminación, se presentaron y debatieron presentaciones técnicas sobre procesos optimizados en altos hornos, captura y utilización de carbono, uso inteligente del carbono y tecnología de fundición directa. También hubo presentaciones técnicas que describieron tecnologías de reducción directa, electrificación y tecnologías de electrólisis de mineral de hierro. La última jornada se centró en la economía circular y las tecnologías de simbiosis industrial, explorando oportunidades para una mejor caracterización y gestión de la chatarra, la valorización de subproductos y la captura y utilización de carbono en el sector.
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