Cuando internet llegó a su domicilio familiar en el año 2000, Javier Sianes ya se había convertido en un experto en programación. Nacido en la localidad serrana de Alcolea del Río, se trasladó con su familia a vivir a Sanlúcar la Mayor cuando sólo tenía tres años, pues su padre había obtenido una plaza de funcionario en el Ayuntamiento del pueblo. Su infancia y su juventud tuvieron esta enclave aljarafeño como escenario.

En 1995, se matriculó en Ingeniería Informática en la Universidad de Sevilla. Muy poco después, empezó a tener contacto con el sector profesional. “Tenía inquietud por empezar a trabajar. Mi familia es modesta y para nosotros suponía un esfuerzo que los tres hermanos estudiáramos en la universidad. Quería una solución que me permitiera más independencia económica y, a la vez, desarrollarme como informático”. En realidad, su carrera ha ido con los tiempos, evolucionando a la vez que lo hacía la informática, empezó en servicios de correo electrónico, cuando este era un sector incipiente, y ahora trabaja en la nube. Lo cuenta desde Dublín, donde ejerce como coordinador de ingenieros de soporte en Amazon.

En los primeros años de carrera empezó a trabajar para Eintec, un proveedor de internet en Sevilla que daba servicios web y de correo electrónico locales. Más tarde, junto a dos socios, creó una empresa especializada en este campo y tras aquella experiencia que no llegó a ir bien, pues les fallaron sus escasos conocimientos en la parte comercial, fichó por Sacesa, especializada en piezas para aviones. “Les montaba infraestructuras de servicios, las piezas requieren un desarrollo informático antes de ser fabricadas. Para un desarrollador, un avión es como un puzzle gigantesco. Digamos que mi trabajo consistía en clasificar esas piezas”.

No tardó en percatarse de que la universidad caminaba por el terreno teórico alejada de la aplicación práctica que requieren las empresas. Sin embargo, la Escuela Superior de Ingeniería Informática le proporcionaba acceso a internet y le puso en suerte grupos de Linux locales y de otros países con los que compartía conocimiento. Gente apasionada, como él, por la informática. De este modo, y de forma autodidacta, fue aprendiendo cómo funcionaban la administración de sistemas y el desarrollo web, un campo que le interesaba porque le exigía como informático procurar una experiencia sencilla para los usuarios. “Era muy gratificante mejorar el intercambio de información entre personas”.

Foto de Javier Sianes 1

Su siguiente trabajo fue para c, empresa almeriense que se había unido a otras para trabajar en la aplicación del software libre en Andalucía, con las primeras versiones de Guadalinex. “Después de un tiempo, por mi experiencia y por lo que había demostrado, me contrataron en Cajamar como administrador de sistemas. En 2004 me trasladé a Almería, donde estuve un año y medio realizando labores de despliegue de nuevos servicios para el banco, justo en el momento en el que la banca electrónica empezaba a despegar. Apliqué todos mis conocimientos previos en servicios para clientes de la entidad”.

Por temas personales, tuvo que regresar a Sevilla, donde se incorporó a la plantilla de Caymasa El Sendero, una empresa de servicios de la Caja de Ahorros El Monte, en la que realizó páginas especializadas, aplicaciones… En 2006, la empresa le propuso trabajar como coordinador para Sadesi, que desarrollaba servicios para la Junta de Andalucía. Cuando llegó la crisis en 2007, esta empresa absorbió a Sandetel y Sianes fue ascendido a manager, con un grupo de seis personas a su cargo. Estuvo hasta 2013, cuando se percató de que, con los recortes, el sistema de trabajo se había deteriorado y sus compañeros no estaban funcionando con satisfacción.

De Andalucía a Dublín

“Decidí que había llegado el momento de cambiar, me había cansado de hacer siempre lo mismo, no quería estancarme”, recuerda. En esas estaba cuando a través de LinkedIn contactaron con él desde Amazon, a comienzos de 2013. “Les gustaba mi perfil, les había atraído mi experiencia, que demostraba que me había desenvuelto en empresas muy diferentes. Veían una progresión en la administración y la gestión pero no tenían muy claro dónde encajarme. Hubo muchas entrevistas, me fueron dando feedback, pero me pedían que mejorara mi inglés. Uno cree que tiene un buen nivel hasta que de verdad empieza a relacionarse con nativos. En España tenemos una gran carencia en idiomas que no le sucede a las personas de otros países”, compara. Finalmente, le hicieron una oferta para trabajar en el grupo de soporte que se encargaba de resolver dudas a los clientes y en enero de 2014 se marchó a Dublín, donde está la sede central de Amazon para Europa.

Amazon, presume sintiendo los colores, es una empresa que le da a sus clientes un trato prioritario. De ahí que sean los propios ingenieros y no personal comercial los que se encarguen de solucionar sus problemas. La experiencia de Sianes en la ‘nube’ era muy limitada y enseguida empezó a empaparse del nuevo conocimiento que le brindaba su puesto de trabajo. “En Amazon se vectoriza a una escala mucho mayor. Si quieres desplegar un servicio en Norteamérica, no tienes que irte allí, puedes hacerlo desde cualquier lugar del mundo. Para mí fue un reto. La ayuda de los compañeros fue muy positiva. Aquí se preocupan mucho porque los trabajadores reciban formación”. En el momento de esta entrevista, el propio Sianes acababa de regresar de Japón, donde había impartido un curso a compañeros de allí que él mismo le propuso a Amazon al detectar algunas carencias en los ingenieros japoneses. “En comparación con España, aquí se escucha con atención lo que el empleado tenga que decir. Se le incentiva para que lleve adelante sus propuestas”.

De hecho, el propio Amazon fue, en origen, la idea de un empleado. “Cualquier propuesta puede ser el inicio de una nueva línea de trabajo o de una nueva empresa. Otra cosa que me gusta es que los directivos se eligen en función de sus conocimientos informáticos y no de sus aptitudes para el liderazgo. Es vital que el responsable de un equipo tenga capacidades técnicas, que sea capaz de entender a las personas que dirige. Además, las estructuras son mucho menos verticales que en España. Entre Jeff Bezos, el fundador, y yo, sólo hay unos cuatro niveles de separación. En Sandetel, tenía el doble. La jerarquización en mi país es gravísima y eso impide que se produzca comunicación entre los distintos niveles”, explica cuando está a punto de ser ascendido a manager del gigante norteamericano tras haber pasado a coordinador de los ingenieros.

Entre las bondades de esta multinacional, Sianes abunda en el mimo al cliente. El nivel de los ingenieros que trabajan resolviendo sus dudas por mail, chat o por teléfono es muy alto. El mínimo de experiencia para trabajar es de cinco años aunque muchos de sus compañeros cuentan con más de 10. “Su receta del éxito no es otra que hacer las cosas bien y, para eso, tienes que contratar un personal excelente”. Además, la información interna en torno al funcionamiento de la empresa es vital. “En España puede haber alguien haciendo algo más durante 12 años y no detectarse. Nosotros tenemos formas muy exhaustivas de medir la calidad para que todo funcione de la mejor manera”. Otra cuestión que agradece de su puesto es que le ha puesto en contacto con colegas que trabajan para otras grandes multinacionales como Samsung, Adobe, Netflix… una oportunidad “gratificante” que le ha permitido seguir evolucionando día a día en la que fue su pasión de juventud y que ahora le ha llevado a Dublín: la informática.

Tres claves para trabajar en una empresa como Amazon

1.- Conocimientos óptimos de inglés independientemente de los títulos. Lo fundamental es saber desenvolverte a la perfección en listening y speaking.

2.- Demostrar que tienes, como indican los mandamientos de Amazon, pasión por el cliente.

3.- Cumplir con el conocimiento preciso para el puesto al que aspiras, pues van a preguntarte de forma exhaustiva por ellos. Sus entrevistas de trabajo no son entrevistas sino verdaderos exámenes. Es vital ser sincero y demostrar que puedes hacerlo independientemente de tus títulos.

Por qué el Cloud Computing es ya el presente empresarial

En contra de lo que se suele decir, argumenta Sianes, el Cloud Computing no es el futuro sino el presente de la informática. La mayoría de las empresas que usamos a diario (Instagram, Netflix, Hailo, Uber…) trabajan de esta manera realizando gestiones globales gracias a la nube. «Si funcionan tan bien es porque esa gestión global les ha permitido avanzar sin tener que invertir en infraestructura. Es tan simple como diseñar tus servicios y lanzarlos. De aquí a los próximos diez años, cualquier empresa que no piense en cloud estará cometiendo un error gravísimo. En España tenemos gente muy buena pero falta aplicar esta mentalidad. Animo a todo el mundo a que amplíe sus miras». Finalmente, aconseja que aquellos profesionales interesados en desarrollarse en este campo traten de formarse por su cuenta. El mismo Amazon ofrece servicios web que muestran cómo funciona y que te permiten interactuar con ellos. «Se puede hacer desde casa. Es cuestión de probar, comprender los conceptos…».