«500 especies de bacterias dominan la mitad de los suelos del planeta y del 80% no sabemos casi nada”. Así titulamos en el año 2020 la entrevista al sevillano Manuel Delgado Baquerizo cuando lo conocimos. Él tenía 34 años de edad y ya estaba destacando a nivel internacional como uno de los investigadores disruptivos en ese campo. 

Resumamos con sus palabras el reto en el que está inmerso con pasión: “Desde hace siglos se estudian las aves, los mamíferos, las plantas,… Y tradicionalmente la conservación medioambiental se ha centrado en el hábitat de animales o árboles emblemáticos. Pero estamos sufriendo un grave problema de fragmentación de hábitat y sometido al cambio climático. Por eso es tan importante que en los próximos diez años consigamos información sobre los microorganismos de los suelos. Para proteger y protegernos. También de los virus. Es fundamental mantener las interacciones en su espacio natural”. 

En Sevilla, dirigido por Manuel Delgado Baquerizo, está uno de los mejores laboratorios españoles con visión más avanzada sobre la biodiversidad. Es el Laboratorio de Biodiversidad y Funcionamiento Ecosistémico (BioFunLab) del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Su misión principal es investigar los microbiomas ambientales y evaluar los efectos del cambio global sobre la biodiversidad de los ecosistemas, lo que, hasta hacía poco tiempo, era bastante desconocido. En general, estamos acostumbrados a las ciencias que investigan seres vivos grandes y pequeños, a aquello que podemos ver con nuestros ojos a plena vista; también conocemos bacterias, sobre todo nos familiarizamos con aquellas que causan enfermedades o pueden ser peligrosas para nuestra salud. Y a pesar de ello, desconocen la mayoría de las especies vivas que habitan en un puñado de tierra, bajo nuestros pies. 

Al frente de BioFunLab está Manuel Delgado Baquerizo, natural del municipio de Utrera. Doctor en Ciencias Ambientales por la Universidad Pablo de Olavide, es actualmente investigador Ramón y Cajal. Ha trabajado en España en la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), y a nivel internacional en la Universidad de Western Sidney (Australia) y en la Universidad de Colorado en Boulder (Estados Unidos). Es también investigador honorario en la Universidad de Western Sidney, en la Universidad Pablo de Olavide y en la Academia de Ciencias de China. Autor de más de 350 artículos científicos publicados en las principales cabeceras internacionales, su trabajo ha sido fundamental para avanzar en el conocimiento innovador sobre el funcionamiento de los ecosistemas naturales, agrícolas y urbanos en un mundo de constante cambio. 

Sus investigaciones han estado apoyadas y financiadas por entidades como la British Ecological Society, la Fundación BBVA, el Gobierno de España y la Junta de Andalucía. En 2023, Manuel Delgado Baquerizo recibió el Premio Nacional de Investigación para Jóvenes ‘Ángeles Alvariño’, en el área de ciencias y tecnologías de los recursos naturales.

Suelos en 237 ubicaciones del planeta

Bajo su liderazgo se han elaborado los primeros atlas mundiales de especies bacterianas y de hongos, publicados en las prestigiosas revistas ‘Science’ en 2018 y ‘Nature Communications’ en 2019, respectivamente. Estos atlas, que se basan en 237 ubicaciones geográficas diferentes, fueron un paso adelante para identificar los puntos calientes de la biodiversidad del suelo en todo el mundo. Para llevarlo a cabo, se han estudiado los suelos de grandes ciudades como Pekín, Santiago de Chile o Ciudad del Cabo, así como otras zonas del mundo menos pobladas, para reunir muestreos y realizar experimentos a gran escala que han permitido comprender mejor la importancia, la vulnerabilidad y la distribución de la biodiversidad del suelo y su funcionamiento en las diferentes partes del mundo.

Desde Sevilla, el laboratorio BioFunLab se coordina con diferentes redes de colaboración mundiales, como Climifun, que investiga los cambios en el microbioma de suelo durante los procesos de formación del suelo, y Musgonet, que investigan el microbioma de plantas en ecosistemas naturales y urbanos. Además, BioFunLab es miembro coordinador de tres iniciativas de impacto global, que tienen como objetivo caracterizar el microbioma de especies de cultivo de importancia económica y funcional a escala mundial incluyendo el arroz, trigo, maíz, patata, algodón y zonas de viñedos (Global Initiative on Crop Microbiome and Sustainable Agriculture y VineMicrobiome), y caracterizar el microbioma de especies silvestres relacionadas con cultivos actuales (Microwild). 

UrbanFun Experiment

Si no se ataja el problema de la biodiversidad de los suelos, seguirá peligrando la supervivencia y sostenibilidad de ecosistemas terrestres, donde habitan bacterias que tienen una función clave en la dinámica de crecimiento, de los nutrientes y de la productividad de las plantas.

Con esta cuestión sobre la mesa, BioFunLab ha liderado ‘UrbanFun Experiment’, un proyecto que pretende evaluar, por primera vez, los impactos del cambio climático sobre las zonas verdes urbanas. El experimento comienza con 11 estaciones en campus universitarios y jardines botánicos de España y Portugal: Sevilla, Cádiz, Albacete, Cádiz, Almería, Vigo, Girona, Oviedo, León, Madrid y Coímbra. Con este proyecto esperan que se pueda concienciar a la población acerca de la importancia del cambio climático en las ciudades en las que viven. 

El suelo que pisamos genera el 95% de los alimentos que consumimos, y de su falta de cuidado activo viene la degradación, que es una de las principales cuestiones medioambientales que necesitan urgente respuesta en este entorno de cambio global. Iniciativas como BioFunLab no solo ponen esta problemática en primera línea de las fronteras del conocijmiento, sino que son fundamentales para progresar en los retos que plantea la investigación urbana.