En el año 2008, gracias a la iniciativa de dos apasionados de la literatura, Nuria Mezquita y Antonio García Villarán, nació Perfopoesía. Ambos echaban en falta un festival dedicado a los versos en Sevilla y se pusieron manos a la obra partiendo de la nada. Presentaron una propuesta al Ayuntamiento, que les ofreció un mínimo apoyo para lograr una primera edición, celebrada en el CAS, que resultó ser un éxito. Al año siguiente, aumentaron la apuesta y trasladaron la cita a la Alameda de Hércules, donde instalaron dos carpas para la celebración de recitales. «Vino muchísima gente, tuvimos que abrir las carpas para que pudieran disfrutarlos también todos los que se habían quedado fuera», recuerda García Villarán.
Tras otro año más en este paseo del centro, sobrevino el cambio político y Perfopoesía, que había consolidado una personalidad cimentada en la variedad y en la idea de sacar la literatura a la calle y reunirla con la performance y la música, se quedó sin presupuesto. «Decidimos celebrar una cuarta edición bajo mínimos para demostrar que Sevilla seguía queriendo su festival. Y lo logramos, pero resultaba muy difícil mantenerlo«, se apena el organizador y editor. Pasaron cinco años hasta que Perfopoesía volvió a las calles de la ciudad, esta vez con un cambio de modelo que no gozó de demasiado éxito. «La falta de presupuesto nos obligó a poner algunas actividades de pago y eso iba en contra de lo que queríamos ser».
Ocho años después de sus inicios, el regreso del apoyo político (20.000 euros del Ayuntamiento) ha logrado una edición, la sexta, que viene con aires renovadores y ánimo de que la cita logre al fin su continuidad. Su lema, ‘Sueña la poesía’. Hasta el 8 de octubre, decenas de poetas pasarán por el Espacio Santa Clara en una propuesta en la que destacan los nombres de Fernando Arrabal, Martirio, Juan Cobos Wilkins, Alejandro Simón Partal y Emil Saiz.
«En realidad es un festival mucho mayor que el presupuesto con el que cuenta. La programación es muy potente y se ha demostrado que en Sevilla hay ganas, poetas y público. Sólo hace falta un apoyo mayor», desea la organización. Y lo cierto es que si algo ha logrado Perfopoesía a lo largo de su intermitente trayectoria es dejar patente la existencia de un caldo de cultivo óptimo en lo que se refiere a la creación local, tanto a nivel de autores como de editoriales y colectivos.
El objetivo, una vez más, es sacar la poesía de las mesitas de noche, alejarla de la luz del flexo y de la comodidad de los sillones de lectura para llevarla a pasear y hacerla llegar a otros públicos. «Son los mismos poemas, no hablamos de una poesía hecha para la calle pero sí de un contenido que se enriquece si se lee de esta manera más cercana al espectáculo», concede García Villarán. Así lo demostraron nombres que pasaron antes por el festival, como Santiago Auserón, que brindó en su día un show de música y poemas que no ha vuelto a repetir, como Luis Eduardo Aute, Leopoldo Panero…
«Buscamos que en la programación haya siempre creadores que simbolicen la transgresión y la unión de géneros, como el caso de Martirio, que es una artista pero también una intelectual. O Juan Cobos Wilkins, que estuvo encantado de participar cuando le dijimos que era totalmente libre para preparar el recital que quisiese. O Arrabal, que acaba de editar toda su poesía reunida en Credo quia confusum y cuya biografía y trayectoria en teatro, literatura, cine… es puro espíritu de Perfopoesía».
Siguiendo con la línea de hibridación de música y texto, en la programación figura también el joven poeta Alejandro Simón Partal, habitual colaborador de Christina Rosenvinge que, para la ocasión, actuará junto a Emil Sáinz, uno de los músicos de la cantante, en un espectáculo que mezclará versos y ruidismo. «Lo estrenan en Sevilla. Y esa es otra de nuestras pautas, que el festival concentre varias puestas de largo, pues lo concebimos como una plataforma experimental», añade García Villarán.
Siempre cercano a la creación emergente, Perfopoesía ha incluido este año un recital para adolescentes, con poetas alrededor de la quincena. Este apoyo nace de las Noches del Cangrejo, de las que posteriormente surgió el festival. Por aquel entonces, la máxima ya era apoyar la vanguardia, una palabra que define bien a la nueva poesía sevillana. «En otros lugares se siente de una manera más clásica pero en Sevilla somos de llevarla a la calle. A raíz de aquellas noches surgieron varios colectivos que también están presentes en la edición, pues a ellos les dedicamos la primera parte», concede el editor. De la misma manera, participan sellos que fueron apareciendo al abrigo de lo que los organizadores llaman «movimiento perfopoético», un cadencia que, a lo largo de los años, ha puesto en contacto a los poetas con los nuevos editores y de la que han emergido numerosos proyectos.
«Todas las actividades son gratuitas y esperamos que el público acuda, que las instituciones vean que hay un interés por la poesía, que crean en ella de la misma forma que creen en los festivales de música. La fuerza es que el festival ha nacido de la gente y no querríamos que se perdiera otra vez», anhela el fundador. Quienes no puedan asistir estarán al corriente a través de información y vídeos de todo lo que suceda estos días, tanto a través de su web como de sus redes sociales.
Perfopoesía cuenta, además, con una mirada al pasado a través de homenajes y acciones destinadas a rescatar las obras de los grandes maestros, actividades infantiles y mesas redondas.
PERFOPOESÍA
Hasta el 8 de octubre en Espacio Santa Clara.
Consulte aquí la programación.