Instituto de la Grasa, la ciencia para el aceite y la nutrición sana Centro de prestigio internacional en el análisis de grasas y aceites, fundado en Sevilla en 1947, tiene 21 grupos de investigación y ha ampliado su campo de actuación a la mejora en la producción de alimentos y en el consumo saludable
CHRISTINA ARMSTRONG

Hay muchas personas que no ponen mucha consideración en su dieta y los efectos que la grasa tiene en los alimentos y en su salud. La grasa se caracteriza de muchas maneras diferentes, y provoca reacciones diferentes dependiendo de varios factores. Mientras que la grasa en exceso puede ser insalubre, es bueno incluir grasa en la dieta para ciertos beneficios. Grasas son necesarias para ayudar a la absorción de vitaminas. Las vitaminas A, D, E y K son solubles en grasa. Si la grasa es completamente erradicada de una dieta, no sólo tendrá falta de ácidos grasos, sino que no experimentará los mismos beneficios de estas vitaminas. El Instituto de la Grasa es un centro científico con sede en Sevilla que estudia de modo exhaustivo temas como éste.

La investigación sobre la calidad del aceite y sus beneficios para la salud es uno de los objetivos del Instituto de la Grasa desde su fundación como centro científico en Sevilla en 1947.

En junio de 2017 ha inaugurado el Instituto de la Grasa sus nuevas instalaciones. Dentro del campus de la Universidad Pablo de Olavide. Dicho instituto científico, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tiene ahora 22.000 m2 para laboratorios y un anexo de 3.600 m2 con numerosas plantas piloto.

“Nuestro objetivo es continuar desarrollando investigación básica y aplicada relacionada con los productos oleaginosos, buscando la excelencia científica para perpetuar la herencia de los grandes investigadores que han pasado por este instituto”, enfatiza Carlos Sanz, director del Instituto de la Grasa.

70 años de historia

El Instituto de la Grasa inició su actividad en febrero de 1947. En sus primeros años la investigación se concentró en el sector de los aceites y grasas de uso alimentario. Esto incluía los derivados de productos oleaginosos, especialmente la aceituna de mesa. En su evolución desde sus principios fundacionales, ahora su misión es también elaborar investigación para favorecer que los alimentos de calidad sean saludables y seguros, así como aplicar nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente dentro del sector de los lípidos agroalimentarios.

La nueva sede del Instituto de la Grasa, además de laboratorios para todos sus grupos de investigación, también tiene varias plantas piloto como una almazara experimental, una planta de extracción y refinación de aceites, una planta de elaboración de aceituna de mesa, una planta de proteínas y una planta de tratamiento de residuos agroalimentarios.

La almazara que tiene el Instituto de la Grasa para fabricar aceite de modo experimental.

El Instituto de la Grasa tiene 150 trabajadores, 55 de ellos investigadores adscritos a 21 grupos de investigación. Sus estudios abarcan desde la caracterización de aceites y grasas alimentarios hasta el estudio del metabolismo de lípidos de plantas. Adicionalmente, analizan los procesos biotecnológicos agroalimentarios, y la incidencia en la salud del consumo de aceites e ingredientes funcionales.

Varios proyectos de investigación en el marco de programas públicos regionales, nacionales y europeos se desarrollan en este centro científico. Uno de los más destacados es el consorcio Oleum, en el que participa el Instituto de la Grasa. Financiado por la Comisión Europea con cinco millones de euros, dicho consorcio investiga con el objetivo de descubrir nuevos métodos de análisis para la clasificación y detección del fraude en el aceite de oliva.

Una de las sesiones de trabajo del proyecto europeo Oleum, en el que participa el Instituto de la Grasa.

Congreso internacional sobre biotecnología anaeróbica

Del 4 al 6 de octubre de 2017, el Instituto de la Grasa es sede del primer congreso internacional sobre los metales en la biotecnología anaeróbica. Está planteado para afrontar el reto de conocer mejor el papel que juegan los metales en los bioprocesos anaeróbicos. Ya sean los procesos digestivos, o los procesos industriales de la alimentación, o el tratamiento de los suelos. Fernando G. Fermoso, científico del Instituto de la Grasa, coordina el comité organizador de dicho congreso, el IMAB17, en el que participarán expertos de numerosos países, sobre todo de Europa, América del Sur y Estados Unidos.

Los objetivos del Instituto de Grasa

La misión del Instituto de la Grasa es elaborar investigación que se centra en organizar y obtener alimentos de calidad que son saludables y seguros, y hay varias objetivos utilizado para realizar un seguimiento de la meta. Los objetivos científicos considerados en el Plan de Actuación del centro son:

  • Examinar los componentes científicos y tecnológicos relacionados con la clasificación y análisis de grasas y aceites, con las modificaciones e interacciones de los lípidos durante el procesado de los alimentos.
  • Desarrollar investigación básica y tecnológica conectada con las aceitunas de mesa y el aceite de oliva para obtener productos más competitivos y sanos, elaborando al mismo tiempo nuevas tecnologías, para aliviar el impacto ambiental de esos procesos.
  • Estudiar los factores científicos relacionados con las plantas oleaginosas y productos hortofrutícolas en general, especialmente aquellos asociados con el metabolismo lipídico y con el metabolismo secundario de las plantas, con el fin de mejorar cuantitativa y cualitativamente la producción de alimentos vegetales.
  • Contribuir a las evidencias sobre la mejora y el progreso de la salud, la prevención y el tratamiento de enfermedades mediante el uso de ingredientes bioactivos y aspectos de plantas y alimentos, por medio de una investigación que integre un abundante rango de disciplinas relacionadas con alimentos y la nutrición.

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