MARÍA ÁNGELES GUZMÁN
Por tercer año consecutivo, y coincidiendo con el año nuevo chino, el Instituto Andaluz de Estudios Asiáticos rinde homenaje a la cultura oriental. El Festival Asia-Sevilla se celebra del 28 de enero al 4 de febrero en el Antiquarium de Las Setas de la Encarnación con un completo programa de actividades para todos los públicos. Con esta nueva edición, el festival se consolida como cita indispensable para conocer esta cultura milenaria con la que Sevilla ha tejido lazos durante siglos. En Sevilla World repasamos algunas de las actividades que dan forma al festival.
Medicina tradicional, artes marciales, yoga y cosplay
La medicina tradicional es practicada por millones de personas en todo el mundo, especialmente en países asiáticos. El domingo 29 de enero llega por primera vez a Sevillla, de la mano de María Ángeles Pérez Gómez, el Yuthok Nyingthig, «Yoga Tibetano de Auto Curación». Se trata de una práctica espiritual muy importante para los médicos tradicionales tibetanos. El mismo día, el espacio Anasana presentará sus terapias naturales para el equilibrio físico, emocional y mental, y la doctora en Neurociencia Esther Alberca Reina hablará sobre mindfulness.
El profesor Diego López García ofrecerá una conferencia, el martes 31 de enero, sobre los orígenes de las artes marciales japonesas. La naturaleza, la arquitectura y el jardín en el país nipón también tendrán su espacio en el programa de actividades del Festival Cultural Asia-Sevilla. El jueves 2 de febrero, podremos realizar un viaje desde China hasta Vietnam, a través del río Mekong, con la ponencia de Francisco Fernández Román, técnico especialista en Jardinería por la Universidad de Sevilla.
El domingo 29 de enero, Osi Prabhu Prembodhi, profesor con más de 30 años de experiencia, imparte una clase de meditación guiada, a la que seguirá una de yoga tradicional. El viernes 3 de febrero, todas las personas interesadas en la práctica del yoga tienen otra cita con la sesión que impartirá la profesora Leticia Quirós. El festival también dedica varias actividades a los amantes del cosplay que podrán aprender técnicas sobre maquillaje y caracterización.
Flahsmob de Bollywood y danza para niños
El sábado 28 de enero, la Plaza Mayor de las Setas de la Encarnación se convertirá en un improvisado plató de Bollywood. Adultos y niños están llamados a participar en el flashmob (coreografía colectiva que se realiza en espacios públicos) dirigido por Sháhida Sheri Masala, pionera en las danzas de la India en España desde 2002. Aquellas personas que deseen participar pueden practicar los pasos con el vídeo que Sheri Masala ha publicado estos días en las redes sociales.
Cuando termine la exhibición, a las 17:00, los niños tienen una cita con el taller de danza que impartirá Esther Román. Con esta actividad se pretende acercar la tradición cultural india a los más pequeños, conociendo algunas historias de su mitología y su simbología.
Exposiciones de pintura, fotografía y animación coreana
El Festival Cultural Asia-Sevilla presenta una exposición de pinturas de thangkas tibetanas pertenecientes a la colección privada de Miguel Álvarez Ortega. Este tipo de arte tiene su origen en Nepal en el siglo XI como forma de expresión religiosa. Normalmente las thangkas son pintadas en lienzos de seda o algodón y se colocan sobre un tapiz brocado que permite su colocación en cualquier lugar a modo de altar. Actualmente, este arte pictórico sigue vivo gracias a escuelas tradicionales, ubicadas principalmente en Nepal, debido a los problemas políticos asociados a las expresiones culturales budistas en el Tíbet, que está bajo dominación de China.
Buddha Sakyamuni, ‘Thangka’ tibetana
India: ojos para ver es el título de la muestra fotográfica organizada por la Fundación Asha-Kiran como homenaje a los millones de niños de la India que viven en situación de vulnerabilidad. La colección está formada por los retratos que el fotógrafo Uttam Módenes ha realizado durante varios años en sus viajes por el país asiático.
Otra de las exposiciones más destacadas en el festival es la dedicada a la animación coreana. Aunque en un principio los coreanos consideraban que la animación era dañina para los niños, a mediados de los noventa se introduce en la esfera internacional gracias a su contenido cultural. Dooly, el pequeño dinosaurio (1996) es el primer gran éxito. A éste le seguirían otras series como Pororo, el pequeño pingüino o Buru y sus amigos del bosque, consiguiendo que la animación hecha en Corea del Sur se expanda por Asia, Europa y América.
