MARTA CABALLERO | FOTOGRAFÍA Y VÍDEO: ANDREA BENÍTEZ
Luis Pinto, uno de los fundadores de la startup Netbeast, creada en Sevilla pero con sede en Valencia, coge un tren desde el Levante para pasar las Navidades junto a su familia. Cuando llega a la estación de Santa Justa, su padre, que ha ido a inocogerlo, le muestra en su teléfono móvil con una aplicación. “¿Quieres que encienda ya el Belén para que lo veas iluminado al entrar en casa?”, le pregunta antes de arrancar. Luis asiente. Acto seguido, su progenitor pulsa uno de los iconos del programa.
Es precisamente el hijo que vuelve a casa como el turrón el que ha propiciado esta pequeña historia casi de anuncio navideño. Él y otros tres compañeros, el también alcalareño Jesús Darío Rivera y los onubenses Pablo Pizarro y Jon Senra, son los creadores de la App en cuestión, Yeti, que han desarrollado dentro de su empresa Netbeast. Intuitiva, de diseño limpio, con ella el usuario puede automatizar las tareas del hogar, ahorrar en consumo energético, aumentar la seguridad de su casa y controlar dispositivos y electrodomésticos de la manera más sencilla. Programar desde el teléfono que el café se haga a una hora determinada o que la calefacción se encienda unos minutos antes de que el residente vuelva a casa, o hacer que las luces se enciendan o se apaguen mientras los habitantes de un domicilio están de vacaciones.
Los cuatro nacieron en el 1993 y presumen de haber contratado becarios cuando aún tenían la edad de serlo. Los dos primeros estudiaron juntos en el instituto, igual que los dos segundos. Ambos equipos de amigos se encontraron al entrar en Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad de Sevilla. Antes de terminar la carrera habían creado una empresa pionera en las casas inteligentes y con la que han trabajado desde Sevilla, Valencia y Munich.
Casi desde el principio, empezaron a crear proyectos juntos. Lo primero que idearon fue un mapa a modo de los de Google pero centrado en realizar estudios de mercado. De este modo, si un cliente quería montar un negocio en un lugar determinado, ellos le facilitarían la información de la zona. Esto es, si existía una competencia de negocios similares, qué demandas tenía la población del lugar… “Era una buena idea pero no acabamos de echarles las ganas suficientes”. Quizás eran muy jóvenes.
En tercero de carrera, unas jornadas de empresa en la universidad, donde les enseñaban lo básico para emprender, le abrieron los ojos. Se sentaron juntos y, tras un ‘brainstorming’, dieron forma a su segunda idea, un router portátil que permitiera compartir internet en reuniones, por ejemplo. Presentaron el proyecto en el Concurso de Ideas de Sevilla y con él se fueron a la aceleradora norteamericana Plug and Play, tras conocer a uno de sus fundadores en el Evento Blog (EBE). Esta empresa de San Francisco tiene una sede en Valencia y allí se fueron los cuatro para ver si lograban inversores. Tenían 21 años.
Los roles se repartieron enseguida. Senra sería el CEO y como tal, aprovechando su bilingüismo, se encargaría de la presentación, Rivera sería el CTO, Pinto el CMO y Pizarro el Jefe de Operaciones y Producto. «Alquilamos un Airbnb en la ciudad y allí rematamos la presentación haciendo nosotros de jueces. Estábamos bastante nerviosos pero todo salió bien. Nos hicieron preguntas a todos y demostramos que éramos capaces de ejecutar el proyecto por nuestros conocimientos de telecomunicaciones. En una semana, nos llamaron para decirnos que estábamos dentro».
Un cambio en el proyecto
Aún les quedaba un cuatrimestre en la Universidad de Sevilla pero la mayoría de los profesores fueron comprensivos. Lo estudiaron mientras levantaban una empresa de febrero a junio, en una ciudad nueva y en un espacio de coworking con todo tipo de profesionales. «Una vez que te pones a trabajar, apoyado por la mentorización de Plug & Play, nos dimos cuenta de que algunas de nuestras ideas base no tenían tanto sentido. Al terminar nuestro periodo allí, decidimos pivotar un poco. Elegimos centrarnos en la ‘smarthome’, en los dispositivos inteligentes para mejorar la experiencia en el hogar«.
Se prevé que este sector sea uno de los más crecientes en los próximos años. El mercado español era prácticamente inexistente y ahí iban a posicionarse ellos. Su nueva idea, la definitiva, fue crear una plataforma desde la que integrar cualquier dispositivo del hogar. Esta vez, eligieron exponer sus planteamientos en una aceleradora alemana, Wayra. Tras un proceso similar, aún con el Trabajo de Fin de Grado pendiente, se mudaron a Munich.
A los alemanes les gustó su propuesta, según la cual cualquier desarrollador puede ir generando nuevas plataformas con las que integrar nuevos dispositivos. Como sucede con programas como WordPress, en las que el usuario experto puede mejorarlos. Recibieron una gran formación en cuanto a consejos y pudieron conocer a personas muy potentes del mundo de la empresa que les daban su visión sobre el mercado. Entre ellos, César Alierta como presidente de Telefónica. Desde allí, lograron un espacio en la incubadora de empresas El Cubo, en Sevilla, para poder ofertar prácticas a otros estudiantes y que ellos aprendieran cómo se desarrolla una startup. Un nuevo miembro, Francisco Ríos, otro compañero que siempre había querido trabajar con ellos, se encargaría de gestionar el trabajo desde El Cubo, el antiguo pabellón de Francia de la Expo 92.
De nuevo a Valencia
Creían por completo en las ventajas de su aplicación pero en Munich se percataron de que no podían sostener la empresa sólo con ella. En verano, Valencia volvió a aparecérseles en el horizonte. Buscarían una nueva aceleradora para lograr la sostenibilidad de la empresa. Eligieron Lanzadera, especializada en la inversión en startups, donde enseñan a las empresas el modelo de calidad total y caracterizada por un aporte económico potente. El equipo volvió a convencer a los inversores, que brindaron 200.000 euros a Netbeast.
«Aprovechamos la oportunidad manteniendo nuestra plataforma ‘open source’ pero trasladamos el conocimiento adquirido a la tecnología móvil«. Ríos, el quinto Netbeast, también se mudó a Valencia con ellos, ya como miembro de facto, el pasado mes de septiembre, y el grupo se puso a trabajar a destajo. Su objetivo fue explorar a fondo este mercado todavía incipiente en España. En tanto que se desarrolla y no, decidieron crear una tienda en online con el fin de vender productos inteligentes para ‘smarthomes’ en países donde este sector ya atraviesa una etapa de madurez. «Son productos testados por nosotros, sabemos que funcionan y que son útiles».
Formando al cliente
«Más del 60 por ciento de los españoles no tiene conocimiento de las posibilidades de una casa inteligente. Nuestro trabajo es, por un lado, formar al cliente, decirle que esto existe y le va a ayudar en todo, informarle de qué pueden tener y cómo lo pueden utilizar», explica Pinto. Frente a la domótica, esta nueva tecnología cuenta con la ventaja de que no exige obra en el hogar, de modo que les permite vender dispositivos a personas que vivan de alquiler, lo cual amplía la clientela. Hablamos de no cambiar el sistema eléctrico de una casa sino de poner bombillas que, directamente, se enchufan en las lámparas y que, a su vez, están conectadas con el móvil.
El desconocimiento del cliente es su mayor lacra. Muchos acuden a ellos con preguntas. Por ejemplo, desean ahorrar en la factura de la luz pero no saben cómo. «Los usuarios que más aceptan nuestra tecnología tienen entre 25 y 44 años. Por encima de esta franja, se gastan más dinero pero son menos, precisamente por ese gran desconocimiento y por el miedo a lo nuevo. Ahí la labor formativa por nuestra parte, explicarles todo paso a paso, es vital. Nos llevamos una decepción cuando vimos que era complicado convencerles pero estamos realizando un gran esfuerzo. Por un lado, habiendo trabajando en su tienda; por otro, mejorando constantemente nuestra App para Apple Store y Google Play. Tenemos usuarios en Estados Unidos, Canadá y son bastante activos».
En estos países, expone Pinto, es habitual ver a la gente comprando todo tipo de productos para la ‘smarthome’ en grandes superficies como Mediamarkt. «En España los hay pero los clientes no saben lo que son o para qué sirven. En nuestra tienda, puedes ver todas las posibilidades«.
El grupo de emprendedores agradece la formación recibida en la Universidad de Sevilla en tanto en cuanto les valió para aprender a crear soluciones a los problemas que se han ido encontrando durante este tiempo. Son pioneros en una tecnología aún por desarrollar y se enfrentan a grandes retos. En Valencia, cada día en su startup, aseguran, es como diez en una empresa, pues han de buscar salidas constantemente, mejorar la estrategia… antes de que se cumpla el año, deben cumplir los hitos de sus inversores, algo en lo que la lanzadera les ayuda constantemente. Van bien encaminados: la tienda se mueve cada día con más fuerza, despachando productos como la cafetera que señalábamos al principio o luces y enchufes. En breve, lanzarán una nueva versión de su app.
«Todas las predicciones y estudios de mercado esperan un alto crecimiento de la ‘smarthome’. Una gran parte de las casas estará automatizada de aquí a 10 años. Todavía no tenemos competencia en España pero Google, Apple, Amazon… también están en este mercado. Nosotros queremos ser amigos de todos estos sistemas cerrados, adaptar nuestro trabajo al dispositivo de cada usuario para cumplir nuestro objetivo, es decir, que tu casa funcione como quieras«.