El origen del ajedrez sigue siendo un misterio, aunque la versión más aceptada sugiere que se habría originado en el siglo VI en India. Bajo el nombre de ‘chaturanga’, el juego se extendió a China, Rusia, Persia y Europa, donde en el siglo XV se establecieron las reglas actuales. Ahora, siglos después, el ajedrez cambia de dimensión con Chess Club, un videojuego de realidad virtual desarrollado por el estudio sevillano Odders Lab. El lanzamiento oficial será el 1 de julio a través de la plataforma Oculus Quest. No obstante, desde hoy 29 de junio el juego está disponible en precompra.

Chess Club, una experiencia mágica e inmersiva

Chess Club ofrece una novedosa versión del ajedrez en la que los jugadores pueden sumergirse en un mundo de fantasía en el que las piezas cobran vida. Es, además, el primer juego de ajedrez disponible en Oculus Quest, un visor de realidad virtual desarrollado por Oculus, una división de Facebook lanzada en 2019.

Con varios niveles de dificultad basados en inteligencia artificial, y diferentes reglas de tiempo disponibles, el usuario puede personalizar la experiencia para ajustarla a sus propias habilidades. Asimismo, el modo multijugador permite interactuar con otros jugadores y amigos a través del chat de voz y los avatares. Para lograr una inmersión aún mayor, Chess Club puede jugarse al cien por cien usando la tecnología ‘hand tracking’, una técnica de alta resolución que permite a los usuarios tomar conciencia de sus manos virtuales para reaccionar como lo harían en la realidad. 

La versión de lanzamiento de Chess Club incluye dos entornos: Grand Palace, un hall clásico con piezas Staunton oficiales, y Stonehenge, un mundo mágico habitado por guerreros con animaciones. Desde la empresa Odders Lab anuncian que, en futuras actualizaciones, Chess Club tendrá más entornos y piezas, así como el modo Chess School, un conjunto de lecciones diseñadas por maestros del ajedrez que incluirán útiles consejos tanto para principiantes como para veteranos.

Una creación de la compañía sevillana Odders Lab

Fundada en 2014 por Ana María Molina, también creadora de la startup Oblumi, Odders Lab comenzó desarrollando productos en el campo del Internet de las Cosas (IoT) enfocados en el sector e-Health. La compañía siempre estuvo interesada en la realidad virtual. Tras el lanzamiento de Facebook de Oculus Quest, Odders Lab ha redoblado sus esfuerzos para crear juegos y experiencias en diferentes plataformas de realidad virtual.

Su primer producto de realidad virtual fue el videojuego OhShape, en el que los jugadores tienen que mover todo su cuerpo para atravesar, golpear o esquivar muros, siguiendo el ritmo de la música. Es un juego inmersivo para todo tipo de jugadores, inspirado por el programa de televisión japonés Hole in the Wall.

Actualmente, el 98% de las ventas de Odders Lab son fuera de España. En 2019, Enisa les concedió una financiación de 125.000 euros con la que contrataron al equipo desarrollador de OhShape, uno de los 50 videojuegos más vendidos en Oculus Quest.

En esta entrevista en el diario Ideal, Ana María Molina afirma que «el sector de los videojuegos es, sin lugar a dudas, una gran oportunidad en Andalucía para generar riqueza y trabajo de calidad para los jóvenes; tenemos sobrada capacidad técnica y nuestros costes de producción son menores que en otros puntos del mundo. En este sentido, hago un especial llamamiento a las mujeres: es descorazonador para mí abrir un vacante y que, de 58 currículum, solo dos sean mujeres. Estoy segura de que esto cambiará, pero ojalá sea lo antes posible».